El presidente de la Asociación de Distribuidores de Gasolina y Lubricantes (Adigal) en el Valle de Toluca, Jorge Luis Pedraza Navarrete, señaló que persiste el robo de combustible en las estaciones de servicio por parte de algunos usuarios que se van sin pagar porque las sanciones son mínimas.
En su mayoría -refirió- los automovilistas que se van sin pagar lo hacen por la noche y piden el tanque lleno, el equivalente a 600 o 700 pesos, lo cual significa pérdidas para las estaciones de servicio.
Por ello, exhortó al Congreso Local a aprobar sanciones más severas y ejemplares para inhibir la comisión de delitos relacionados con el robo de combustible.
«Se trata de un delito que prolifera en las carreteras y usualmente son conductores de Uber o DiDi».
Cuando una persona hace esto por primera, en caso de ser detenida paga el daño sin enfrentar mayores consecuencias, pero en muchos casos mientras el operador se voltea a acomodar la bomba, los responsables salen huyendo, por ello son necesarias sanciones más severas.